Orgullo y Prejuicio

Era de noche, estaba en casa sin hacer nada en especial, cambiaba de canal sin encontrar un programa que le satisfaciera...

De repente apagó la tele, se levantó, fue a su habitación, se miró al espejo y se dijo que ya bastaba.

Ella antes no era así, era la reina de la noche, del día, de cualquier momento. Conquistaba una habitación entera sólo con un menear de caderas.

Simplemente se prometió a sí misma no volver a caer, no dejar atrás su personalidad por nadie, no hundirse en la miseria. Se puso el vestido más sexy que tenía, habría podido seducir a cualquiera. Coloreó sus mejillas, dibujó una línea uniforme siguiendo el surco de las pestañas, ya moldeadas, y un poco de sombra negra en los párpados. Ése color resaltaba el azul casi gris, de sus ojos. Estaba preciosa. Volvía a ser ella. Una rompe corazones a la que no le importaba hacer daño a alguien con tal de conseguir una buena noche loca, sin compromiso. Ella nunca se comprometía.

Cogió su bolso, un par de condones del cajón y salió por la puerta.

Esa noche iba a triunfar.

Lo único que no sabía, es que dentro de muy poco, volvería a caer, y esta vez ya no conseguiría olvidarse tan fácilmente.

¿?

Paso de intentar ser la única con la que quieras estar. Paso intentar que sólo te sientas atraído por mí. Paso de querer ser tu único mundo. Paso de que me hagas caso. Paso de conseguir hacerte cambiar de opinión...
Simplemente, paso de que te conformes conmigo, ya que eso es imposible.

Piensa.

¿Crees que vale la pena desaprovechar tu vida?
Observa. Los días pasan, el tiempo corre, y la vida se desgasta.
No hay momentos para repetir, ni maneras de detener el reloj. Nunca sabes si tendrás segundas oportunidades, o  ocasiones para arrepentirte.
Las maneras de sobrevivir son distintas, algunos son felices con el simple hecho de obtener un abrazo, otros no se conforman con nada.
La mayoría piensan que tienen mucho tiempo para tomar decisiones, para realizar sueños, llevar a cabo deseos.
Pero lo cierto es que no, no nos queda tanto como pensamos, a cada milésima de segundo nos deterioramos, nos vamos acercando un poco más al final.
Es verdad eso de que la vida son dos días, por ese dicho tienes que aplicarte, vivir, sonreír, motivarte, marcarte metas.
Aprovecha al máximo las oportunidades, no dejes que se vallan, no dejes que se escapen, puesto que no sabes si volverán. 
Deja atrás el miedo, la vergüenza, la vagancia, los prejuicios...

Simplemente... Hazlo.


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Irreal, real, que más da! Lo importante es disfrutar...

Porque se le parte el alma cada vez que piensa en eso, cada vez que siente que eso se derrumba.
Y sabe que vale la pena, claro que la vale, porque es él, esa persona por la que hace lo que sea.
Pero también aparecen otros pensamientos, como si sigue en ese juego porque le da lo mismo, o porque realmente la quiere.
Quiere que vuelva a ser todo tan fácil, tan de ensueño, tan distinto de lo real,  que parezca irreal.