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Si quieres que algo llegue dentro, sólo tienes que buscar la forma de que los demás entiendan lo que sientes, de que vean como te hundes, vuelas o te alegras. Cierra los ojos, inspira, piensa qué sientes, expira, ábrelos. ¿Qué es lo que ves? Exacto, ahora solo tienes que expresarlo sobre el papel.

martes, 26 de febrero de 2019

Tengo la piel de punta y podría decirse que el corazón también. Nada está en su lugar ni donde debería o espero. Nada ocurre subiendo o bajando, solo avanza y en situaciones ni siquiera en el tiempo necesario, ni dirección, ni forma.
Roto, como el aire, como el suelo, como un bajonazo de estos de domingo.
No tengo ni idea de lo que estoy sintiendo, pero si alguien lo sabe que me arregle.
No sé qué ha sido de nosotros, pero sobre todo, no sé qué ha sido de mí.
Hace demasiado tiempo que no escribo nada, pero nada de nada. Ni siquiera hago realmente nada que me guste. No pinto, no leo, no soy capaz de realizar ninguna de las cosas que creo que me representan o que me harían feliz, o que alguna vez lo hicieron. ¿Por qué? Por qué me hago ésto, por qué he pasado de ser una persona que estaba conforme con su forma de ser, a una persona que ha cambiado, en su opinión a peor, llenándose de insensateces y formas de pensar que son parte de la gente de su alrededor pero que no quiere que sean parte de ella.
No lo entiendo, no me entiendo a mí, mi vida se basa es un bucle eterno de querer caer bien, y ser querida, cuando realmente sólo siento que no encajo en ningún sitio, y que haga lo que haga para agradar al resto nunca me siento yo misma.
Por qué nunca es suficiente, por qué no basta con ser yo para que me acepten, me tengan en cuenta, para recibir algo más allá de una simple relación casual.
De verdad las personas que aparecen solas sin forzar nada, esas personas que todo el mundo me dice llegarán de la noche a la mañana sin esfuerzo alguno, ahí para quererme, apreciarme y formar parte de mi vida. ¿De verdad existen? ¿O es sólo una simple frase para que el mundo no se hunda ya que no hay gente así para todos, y ciertas personas estamos destinadas a resignarnos para siempre?
No tengo ni puta idea pero estoy cansada.

lunes, 19 de mayo de 2014

Despierta.

Escribo una y otra vez una frase diferente, una frase que sea capaz de abarcar todos y cada uno de mis sentimientos, de mis pensamientos. Busco nuevas formas de empezar, nuevas palabras, pero aún así no consigo pulsar el botón de enviar, porque da igual lo que diga, no importa nada de lo que pueda decir ya. Esa frase, esas líneas, no valen nada, al igual que yo dejé de valer en el momento en el que le fallé.
He dejado de existir en su mirada, y lo único en lo que pienso es en cómo volver a ella y ser el reflejo de sus ojos enamorados de nuevo, en cómo poder arreglar el error que cometí, sea de la forma que sea. 
Pero aunque en el fondo sepa que no hay arreglo, que le he perdido para siempre, pues no quiere saber nada acerca de mí, ni querrá, no puedo evitar pensar en ese ápice de esperanza que brota apenas sin vida en mi interior, pues es lo único a lo que puedo aferrarme, por mí, como a un sueño, ese sueño que se repite noches tras noche sin dejarme dormir, ese en el que vuelvo a ser feliz y del que nunca quiero despertarme.

13.04.2013

viernes, 25 de octubre de 2013

¿Que si merece la pena? Por supuesto.

Te sientes confusa, deprimida, triste, afligida, impotente... No sabes qué hacer cuando todo se hace difícil, cuando las cosas no salen como quieres, cuando sufres a cada segundo esperando a que llegue ese efímero momento en el que podáis estar juntos, en el que puedas respirar al fin y olvidarte de todas las complicaciones que te has ido encontrando.
Descubres que aún después de los malos días, la baja moral y autoestima, la única manera sana de relajarte y ser momentáneamente feliz es con él, con esa persona que te apoya día a día y está para ti. Necesitas esos momentos aunque no puedan ser tantos como te gustaría, ya que si por ti fuera no acabarían nunca. Los necesitas porque es a lo único seguro a lo que puedes aferrarte, lo único que es real y que sabes que está o estará ahí.
La espera te hunde, sí, pero cuando llega el momento en el que te olvidas de todo lo malo, de todo el sufrimiento... al fin, eres feliz. 





domingo, 2 de junio de 2013

Tan simple como un despertar a tu lado

Un rayo de sol me hace abrir los ojos y me despierto a regañadientes reprimiendo un bostezo, cuando entonces lo veo, ahí, quieto, abrazándome, suspirando aún dormido... Me quedo atontada mirándole, como si el tiempo se hubiese parado, como si no importase nada más que nosotros, recordando la noche anterior con cada detalle, con cada caricia, memorizando como acabamos rendidos tras hacer el amor, y con un último beso y una mirada de las que nunca se olvidan, caimos en un sueño profundo...
Mientras me evado del mundo real en mis pensamientos, le acaricio el pelo suavemente, entonces abre sus ojos... Somnolientos y pidiendo dormir más, hasta que me ve y sonríe, me sonríe a mí, una de esas sonrisas que dejan sin aliento, de esas que podrían iluminar una habitación... Al momento, me besa, y nos damos los buenos días el uno al otro sin usar palabras, cuando ese beso, sin planearlo, torna apasionado, desencadenando lo que la noche anterior nos había dejado sin aliento, pero descansados, con un último pensamiento en nuestras cabezas... El mejor momento de mi vida.