Dispongo exactamente de tres segundos escasos antes de que tus labios rocen los míos. Tres segundos para pararme a pensar en los pros y los contras de esta decisión. Porque sé que si lo hago no podré parar, no habrá marcha atrás, caeré en la trampa del amor y de la felicidad efímera... Del odio bipolar y la locura constante.
Muchas cosas que pensar en tan poco tiempo, estás demasiado cerca, tanto que se me nubla la vista y las piernas me empiezan a temblar... No puedo respirar, cuando entonces todo se para, y me doy cuenta.
Me he dejado llevar.
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