Gracias a ellos y a los que nos los regalan, vivimos los momentos más importantes e increíbles.
Al fin y al cabo, las pequeñas cosas son las que componen pedazo a pedazo nuestra vida, aunque a veces no tengamos presente esa idea, pero es cierto.
Las planificaciones paso por paso, siempre acaban saliendo mal y el estrés de ver como todo se desparrama no ayuda a pasarlo bien. Lo divertido de la vida es improvisar, ir a dónde te apetezca ir, y si cambias de idea, dar la vuelta y elegir un nuevo rumbo.
Lo bonito de la vida es el hacer el tonto por la calle, el comprar gominolas porque sí, el hacer el amor en el primer sitio en el que tengas la oportunidad, el descubrir una moneda en la acera, el vivir cada día como una aventura, el disfrutar de cuanto tienes y cuanto quieres, el ser feliz y despreocupado.
Improvisa, salta, cáete y vuelve a saltar, enamórate, erra, vive, equivócate, vuelve a enamorarte y erra de nuevo!
Después de todo... esto es la vida.
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