Somos únicos, no hay nadie igual a nosotros. Pueden existir similitudes, tanto físicas como psíquicas, pero jamás serán copias exactas.
Todos tenemos algo que nos distingue; puede ser un lunar encima del labio, un mechón rubio escondido entre otros colores, una risa un tanto extravagante, una forma de hablar, tu propio estilo, una mirada... cosas simples como morderse las uñas nos pueden distinguir.
Por eso, nunca intentes ser como otra persona, no imites, sé tu mismo, ya que lo intentes o no, jamás conseguirás ser exactamente igual. Enorgullécete de ti mismo y aunque te guste la forma de ser de otra persona, también tiene que gustarte la tuya propia. Apréciate a ti mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario