No lo puede asegurar.

A veces dice cosas que no siente, cosas que jamás ha querido pronunciar. Pero su orgullo siempre está por delante y eso provoca que todo se derrumbe, que todo desaparezca, que la realidad en la que se había encontrado se hunda en un mar lleno de suplicios.

No puede asegurar que el orgullo no le sobrepase, no puede asegurar que no lo estropee todo con una simple frase, porque sinceramente, es propenso a meter la pata, a ser el responsable de que el mejor momento se convierta en el recuerdo más amargo. Esos errores que comete, se deben a no saber cómo actuar, a pensar demasiado y olvidar la naturalidad, es el miedo a que todo vaya demasiado bien y buscar algún defecto por algún lugar, hasta inventarlo. Miedo a seguir adelante.

    Por eso, no puede asegurarle que lo consiga.